viernes, 10 de julio de 2015

Día 25.

Si estuviera aquí las cosas malas igual vendrían, pero me daría la fortaleza para resistirlas y sobrellevarlas.

Me rompe el corazón ver a Cute así de enfermita, le quitarán su ojito izquierdo, hasta cierto punto no evito sentirme culpable, sé que si hubiese puesto más atención a las señales la hubiese llevado al veterinario antes.

Ya quiero que sea noviembre, nunca anhelé tanto que el tiempo se apresurara en pasar hasta que conocí a el amor de mi vida y se tuvo que marchar del país.

Mañana mi bonito cumplirá 21 años, detesto no poder estar con él en un día tan importante como llegar a la mayoría de edad, detesto cada día sin él. Somos una hermosa y anormal familia, con un conejo y una tortuga como hijos, estando ambos enfermos. ¿Pero no es eso lo que pasa en las familias normales? Los problemas se juntan, los hijos hacen que los progenitores se preocupen mucho cuando enferman, pero con amor y apoyo -de cerca o de lejos- se logra superar todo, pero en especial estando Dios sobre todas las cosas.

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