martes, 30 de junio de 2015

Día 15.

Hoy son 15 días desde el día 15 en que él se fue.
Recuerdo los días en que lloraba empapando su camisa porque no quería que se fuera, hoy sólo puedo llorar con él a través de una cámara web y es un asco. Es un asco no poder abrazarlo fuerte intentando mantenerlo para siempre junto a mi, saber que vengo a casa sola cuando estaba acostumbrada a regresarnos juntos o esperarlo venir, detesto saber que no puede tener las comodidades que tenía cuando estaba acá, hacer comidas veganas juntos, caminar a tantas partes.
Puede que ya aburra con lo mismo, pero es que en serio no soporto la idea de estar lejos de él para su cumpleaños #21 (aunque técnicamente quien está lejos es él de mi y no yo de él), quiero tenerlo ese día tan importante que no va a repetirse jamás.

Lo necesito para animarme a hacer todo lo que me propongo, para acompañarme en cada cosa extraña (e improbable) que se me ocurra. Él ha sido el único ser humano capaz de comprender mi complejidad, no solo aceptándome sino amándome por quien soy, diciéndome que sí a cada cosa nueva que se me ocurre asegurándome que lo lograré. Lo necesito.
Honestamente no me imagino una vida sin él, a veces hemos dicho cosas tontas en momentos de enfado, pero la verdad es que nos amamos, simplemente nos amamos, y yo pienso que no hay mayor éxito en la vida que ser amado por la persona amada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario