Una perfecta mala combinación de existencias es: ella ansiosa y llena de ira por estar juntos ya y yo con mi tonta falta de atención a todo lo que ella dice agregando un vacío profundo sin ella.
Sin dudas en momentos de desesperación nos hemos dicho cosas de las que luego nos arrepentimos no por un momento sino casi todo un mes o más tiempo. Promesas, pactos, sentimientos y emociones. Todo juega un papel demasiado delicado cuando una combinación como la que mencioné se genera.
Por poco acaba todo ahora, si no fuera por su maravillosa existencia no sé qué estaríamos haciendo en estos momentos sin el otro. Siempre me ha aterrado la idea de existir sin ella. De no poder disfrutar el resto de mi vida amando a mi perfecta novia. Quiero más amor para amarla aún más, más allá de cualquier límite, pues los límites lo único que hacen es detenerte, no te dejan progresar. Amarla en niveles inhumanos, extraterritoriales. Ahora fui al cine sin ella, Jurassic World sin ella no es nada. Amo haberla conocido ese enero 27 del 2012. Amo que nuestros números sean: 25, 26 y 27. Amo su humanidad, su esencia. Por nada desperdiciaría el tesoro más grande jamás encontrado por el hombre.
Lamento tanta distancia, lamento ser tan despistado y torpe. Aún con todo eso encima sólo quiero que sepas que te amo y nada nunca lo va cambiar, sólo aumentar. Nos volvemos más fuertes y aprendemos a valorar cada segundo juntos. Esta distancia mata pero fortalece. Dios es inmenso, te guardó de un incendio ahora, princesa de fuego. Amo cada día, lo amo porque aprendemos tanto. Ahora presumí mi anillo a mi compañero Shafard de Irán en mi clase de Inglés. Nada más lindo que presumir mi amor por ella, que me llamen el más presumido del mundo si quieren.
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