domingo, 28 de junio de 2015

Día 13.

Hoy fui por segunda vez al supermercado sin él, la primera fue el propio día y me sentía fatal, todo me recordaba a él, en especial el área de las frutas, recordando ese día en que destrabó el tubo donde van las bolsas, jaja mi Hulk tan hermoso. Hoy, por el contrario, me sentí algo tranquila ya que fui con mi mami a un supermercado al que no había ido en años. Parecerá tonto, pero son esas cosas cotidianas las que más extrañamos el uno del otro, tenía tiempos de no hacer algún tipo de compra sin él, comprar ropa será más difícil de lo que de por sí es... es que todo es más difícil y complicado sin él.

Faltan pocas semanas para su cumpleaños número 21 y no podré verlo, no podré darle un regalo y ver su reacción de: "¡No puede ser, qué pena!", no podré llevarlo a desayunar, tampoco comeremos pizza (aunque si estuviera acá, le haría pizza vegana, el año pasado aún era lactovegetariana), y lo peor, no podré besarlo todo el día.

Extraño su piel, esos 72 lunares que fueron el camino a explorar hasta el mayor punto de fascinación entre los dos. Es que lo nuestro va más allá de algo físico, y si tuviera que describirlo como física sería en la sexta dimensión, donde no se ha llegado. Pero si me pidieran describirlo como yo lo siento, sería como dos almas encontradas en un Universo inmenso, que separadas por galaxias de diferencias, se encontraron y tuvieron una reacción no antes descubierta entre sí.

Mañana será otro lunes sin él, otro recordatorio del día en que se marchó, sabiendo que también un lunes de hace tres años partió de esta dimensión mi hermano, el único y verdadero, también conocido como "mi primo".

Fernando, mi Fernando♥.

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