El 06 de mayo del 2015 tuvimos oficialmente nuestros anillos de compromiso, sí, suena extraño pues lo normal es que sólo la chica use el anillo de compromiso. Nosotros decidimos hacerlo un poco diferente a lo clásico. Habíamos estado queriendo comprarlos hacía ya más de un mes pues los queríamos para febrero. La razón por la que ambos portamos todo el tiempo nuestros anillos de compromiso es porque yo no iba a poder estar todo el tiempo con ella, y antes de irme del país quería dejarle más que claro que yo sin ella no puedo, que esto es real y en serio. Ambos anhelábamos tenerlos lo más pronto posible por esa razón. Ella no iba a poder estar conmigo en estos días que estaré fuera del país, pero ella está conmigo en mi anillo, recordándome que a cientos de millas hay una chica loca de amor por mí que anhela el día en el que podamos finalmente vivir juntos como pareja, felizmente casados. Amo la idea de estar enamorado de ella, es tan perfecta, tan única que sería un demente si dejara pasar a semejante ser vivo. Muero por que llegue el día en el que oficialmente le proponga matrimonio, se me llenan los ojos de lágrimas y la garganta de nudos con tan sólo imaginar ese perfecto momento. Eso sin mencionar lo que produce en mí pensar el día en el que nos casemos y sea el momento de decir mis votos, es que estallaré. Estar de pie ante ella en una situación como esa sacará todo lo que hay en mí y tendré que ser valiente para no desmayarme o no sé, estallar. Amo a mi futura esposa, amo a mi prometida, amo todo en ella, es el ser más maravilloso que existe, tengo el honor de ser suyo, qué dicha tan grande en serio.
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