lunes, 22 de junio de 2015

Día 7.


Lo más difícil de esto es saber que él es el único que tengo incondicionalmente (terrenalmente, claro). O sea, fuera de él estoy totalmente sola, hay cierta soledad que se disfruta, pero hay otra que agobia, que cansa, que destroza.

Cuando me siento triste quisiera simplemente pensar en que mañana lo veré y que todo será perfecto, pero no... mañana no estará, mañana seguiré estando sola. Sin él.

Mi papi me comentó que el inbox que Fernandito le envió le sacó lágrimas, ya va descubriendo la maravilla de ser humano con quien Dios me bendijo.

Lo amo con amor inagotable, lo amo con amor extraordinario, esa clase de amor que solo Dios es capaz de depositar en los corazones, lo amo.

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