viernes, 26 de junio de 2015

Día 11.

La duda. La duda es la peor enemiga de todas las relaciones, del tipo que sean. Pero cuando se trata de una relación a distancia es aún peor. Porque cualquier acción, por insignificante e inocente que sea, puede llevar a una duda gigante e incluso llegar a conclusiones tontas.

Cuando se ha sufrido de inseguridades, de fases depresivas, de trastornos mentales (trastornos mentales de la manera que son, no nos reduzcamos a llamarle "loco" a una persona con un trastorno), las cosas se ponen peor, ya que se está acostumbrado al abandono, a la traición, a la soledad.

Hay cosas que no se solucionan con discusiones ni con reproches, solo con amor. No cualquier amor, amor en exceso, pero no del que sofoca y empalaga sino del que comprende, del que envuelve, del que se siente a través de las millas con solo trasmitir palabras de paz y no de desespero.

Estar sin él es como estar en un cajón en el que la puerta de salida está cuesta arriba, pero que por más que subás y subás no lográs llegar. Hay momentos de desconsuelo en que cada recuerdo viene a mi mente como lo que dicen que les sucede a quienes están a punto de morir. Se siente fatal. Pero como mi nueva amiga dice: "si pensás positivo, las cosas saldrán así".

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