viernes, 13 de diciembre de 2019

Luna llena. Década.

Ésta última Luna llena de la década me ha puesto a pensar un montón de cosas, en especial justo después que casi me cayera y me pasara llevando un carro (o más).

Cuando inició ésta década fue cuando justo empecé bachillerato, fue bien duro ya que mis mejores amigas estarían en conta y yo en general, por lo que estaríamos en diferente sección. Al crecer todo cambió entre nosotras por diferentes motivos que trae la adultez; casarse, tener hijxs, cambiar de residencia (💔), ser Dalia.

Hace 8 años que salí del colegio, 3 carreras universitarias que dejé literalmente aventadas, pero he aprendido un montón de diferentes cosas, por mi cuenta, por la gente con la que me rodeo, blabla... y no me retracto en lo absoluto.

Mi inestabilidad emocional me ha traído varias amistades temporales pero que en su momento fueron demasiado buenas para mi vida, muchos amores pasajeros que al igual, me dieron el rush que necesitaba en cada etapa al igual que la tranquilidad, también me ha traído demasiados trabajos (DEMASIADOS) y no me arrepiento de ninguno en el que estuve (ni en los que estuve una semana) ni de ninguna vez que decidí irme, pues de todos aprendí algo, incluso lo más mínimo que apenas logro percibir.

Ha sido súper doloroso, he perdido personas que he amado en exceso por diversos motivos, incluyendo la muerte; he perdido amistades, familiares, parejas y mascotas y me han dolido en sobremanera, pero estoy feliz de dónde estoy hoy. 

No es un post melancólico porque esté triste, es un post melancólico porque increíblemente sigo viva, eso es un logro enorme en este país donde te matan por todo, y también para mí y mis fases depresivas súper intensas que en muchas ocasiones me han querido matar.

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