Saber de vos.

Hace rato venía deseando hablar con vos, quería saber cómo estabas, decirte que te extraño y que no puedo estar con alguien sin pensar en vos.
Pues se me cumplió, estando en un parque bebiendo con amigos celebrando que renuncié a mi trabajo de mierda, de pronto me cayó la notificación que habías publicado un estado, fue en tu antiguo Facebook, en el que no estoy bloqueada y te escribí. Para mi sorpresa, hoy por la mañana tenía un mensaje tuyo, logré hablar con vos, sacar muchas cosas que me carcomen, expresarte cuánto te extraño. Me llevé la sorpresa que habías leído el blog. Me alegró mucho pues significa que al menos te pasé por la mente.
No sé si de pronto te sentís nostálgico pensándonos. Lo que fuimos, somos y jamás seremos; lo mucho que llegamos a amarnos. Pero yo sí lo hago.

Tuvimos que despedirnos pues a tu prometida no le agrada la idea de que nos hablemos, ¿No le basta con tenerte para toda su vida que ni siquiera deja que sigás siendo mi mejor amigo?

Me siento fatal. Haber hablado me afectó más pues lo que daba ya por perdido hoy lo reconfirmo pero tras haber hablado con vos y duele. Quisiera haber escuchado tu voz, al menos un minuto habría sido suficiente. He pasado dormida la tarde y quisiera seguir durmiendo para no pensar, para no añorarte, para que tu ausencia no se sienta tan densa. Desearía tanto acabar este dolor pero la única manera sería perdiendo la memoria y borrar exactamente la parte en la que estás vos. ¿Cómo es posible que pasado tanto tiempo te esté extrañando así? Dos años han pasado, DOS, y justo a los dos años vengo a sufrir así por vos. ¿Por qué no lo hice antes cuando aún había alguna probabilidad de que volvieras a mí? La vida es una mierda. Me dolés demasiado, siento dolor hasta en la piel, dolor por tu ausencia, dolor por el dolor. Dolor.

Necesito superar esto, no sé cómo pero necesito salir del hoyo. Mi cuerpo está demasiado débil actualmente como para soportar otra depresión. Necesito moverme ya. Vos seguiste con tu vida, también quiero hacerlo.